Después de un largo tiempo de confinamiento llegaron los reencuentros. Una de mis mejores amigas nos invitó a pasar la tarde en su jardín. Me comentó que hacía poco que le habían instalado una pérgola bioclimática: una estructura para crear un espacio protegido en el exterior, ideal también como zona de juego para que los pequeños de la casa. Yo le pregunté: ¿y si llueve? ya que la mañana se había levantado un tanto nublada y temía que el mal tiempo nos fastidiara el momento. Pero ella me tranquilizó: “Tranquila, las bioclimáticas son aptas para la lluvia, estaremos genial, piensa que las lamas del techo se acoplan de tal manera que no pasa ni una sola gota de agua al interior”.
Al llegar a la casa por la tarde, justo acceder al jardín sentí amor a primera vista: Se veía tan fuerte, tan elegante, con una silueta de líneas sumamente perfectas; perdí de vista todo lo demás. Nos la presentaron, y Majestic movió sus lamas orientables para ofrecernos una sombra espectacular.
La tarde pasó volando, entre conversaciones y risas que se mezclaban con la música de fondo que nos envolvía gracias al sistema de sonido Bluetooth; resulta que esto es uno de los complementos que se pueden integrar a Majestic, y así sin darnos cuenta cayó la noche. Suavemente se encendieron unas luces led que adornaban todo el techo y el perímetro de la pérgola, se creó un ambiente mágico a pesar de la fuerte tormenta que remató la velada. Majestic nos protegió a todos hasta que el cielo escampó. Fue entonces cuando lo vi claro: ¡quería una pérgola igual!: con luces, con música, con lamas, con sensores, con todo!…. Quería lo mismo, un lugar para disfrutar con mi familia en cualquier época del año y así poder sacar mucho más provecho a mi jardín.
Han pasado un par de semanas y mañana ya me la vienen a instalar.